1º Domingo de Adviento

ADVIENTO

Tiempo de cercanía en el que, el cielo, se hace ver, comprender y entender:

¡DIOS A LA VISTA!

Tiempo de salvación en el que, el hombre, busca razones para vivir

y un corazón en el que, DIOS, pueda hacer obras grandes por el amor.

¡EL AMOR A LA VISTA!

Tiempo de alegría, porque un Niño, es capaz alegrar la humanidad corrompida

o distraída por falsas esperanzas o sonrisas postizas

¡EL GOZO A LA VISTA!

Tiempo de esperanza ante una tierra desgajada y que aborta ilusiones y promesas, certezas y manos abiertas

Tiempo de esperanza ante el llanto de los que no son escuchados o dejados de lado, ante los que gritan por un mundo como Dios manda

¡LA ESPERANZA A LA VISTA!

Tiempo de oración ante el ruido que nos aísla o el ruido que nos ensordece

El ruido que nos paraliza y nos impide escuchar el rumor divino

¡TIEMPO DE ORACIÓN!

Tiempo de niñez de, recuperar, ese niño que jamás debiéramos de haber olvidado y que lo vendimos por dioses extraños

Ese niño que, siendo pequeño, se abría a las cosas grandes

y, siendo grande, ha permitido que su corazón

se estrechase para los valores eternos

¡TIEMPO DE SUEÑOS!

Tiempo de austeridad ante el desafío de lo material y el consumismo

Tiempo de austeridad frente a la abundancia que nos sacia y hastía

Tiempo de austeridad frente a la superficialidad y el simple escaparate

¡TIEMPO DE SOBRIEDAD!

Adviento: Dios a la vista; el amor a la vista; el gozo a la vista; la esperanza a la vista; tiempo de oración; tiempo de sueños; tiempo de sobriedad.

Adviento: ¡TIEMPO PARA QUE DIOS NAZCA DE NUEVO!