TERCER DOMINGO DE ADVIENTO

ERES NUESTRA SONRISA, SEÑOR

 

La causa de que, en medio de nuestros males,

nos infundas valor y esperanza

y, en la tiniebla, disipes con tu luz

aquello que no nos permite verte o encontrarte

¡ERES NUESTRA SONRISA, SEÑOR!

Vienes y, porque apareces pequeño,

disparas nuestras ganas de vivir

de aportar ilusión a nuestro mundo

Haces que, nuestros corazones,

brillen destellos de generosidad y de amor

¡Cómo no vamos a estar alegres, Señor!

Eres Tú quien abres nuestros labios

para que, sin decir nada,

riendo lo digan todo: ¡Vas a nacer!

Eres Tú, quien al acercarte hasta nosotros,

alzas con tu humildad nuestra débil condición

Animas, con tu llegada divina y oportuna

los fracasos aparentes de la humanidad

¡ERES NUESTRA SONRISA, SEÑOR!

Fuente de una felicidad inexplicable

Surtidor de una alegría indescriptible

Maná de un gozo santo, bueno y eterno

Manantial que, cuando uno bebe,

siente que la Vida, brota en nuestra pobre vida

¡Gracias, Señor, por tu venida!

Te sentimos y, porque intuimos tu presencia,

estamos jubilosos, expectantes,

contentos y mirando hacia el cielo.

¿Sabes por qué, Señor?

Porque Tú, Jesús, aunque algunos no se den cuenta

sigues dando alegría profunda…alegría verdadera

Amén 

ERES NUESTRA SONRISA, SEÑOR

 

La causa de que, en medio de nuestros males,

nos infundas valor y esperanza

y, en la tiniebla, disipes con tu luz

aquello que no nos permite verte o encontrarte

¡ERES NUESTRA SONRISA, SEÑOR!

Vienes y, porque apareces pequeño,

disparas nuestras ganas de vivir

de aportar ilusión a nuestro mundo

Haces que, nuestros corazones,

brillen destellos de generosidad y de amor

¡Cómo no vamos a estar alegres, Señor!

Eres Tú quien abres nuestros labios

para que, sin decir nada,

riendo lo digan todo: ¡Vas a nacer!

Eres Tú, quien al acercarte hasta nosotros,

alzas con tu humildad nuestra débil condición

Animas, con tu llegada divina y oportuna

los fracasos aparentes de la humanidad

¡ERES NUESTRA SONRISA, SEÑOR!

Fuente de una felicidad inexplicable

Surtidor de una alegría indescriptible

Maná de un gozo santo, bueno y eterno

Manantial que, cuando uno bebe,

siente que la Vida, brota en nuestra pobre vida

¡Gracias, Señor, por tu venida!

Te sentimos y, porque intuimos tu presencia,

estamos jubilosos, expectantes,

contentos y mirando hacia el cielo.

¿Sabes por qué, Señor?

Porque Tú, Jesús, aunque algunos no se den cuenta

sigues dando alegría profunda…alegría verdadera

Amén