Con esta imagen de nuestro retablo que nos recuerda el martirio de San Andrés Apóstol os quiero desear lo mejor a todos los feligreses.
Hoy a las 7 de la tarde celebraremos en la parroquia su fiesta con toda solemnidad
+José L.
ADVIENTO
Tiempo de cercanía en el que, el cielo, se hace ver, comprender y entender:
¡DIOS A LA VISTA!
Tiempo de salvación en el que, el hombre, busca razones para vivir
y un corazón en el que, DIOS, pueda hacer obras grandes por el amor.
¡EL AMOR A LA VISTA!
Tiempo de alegría, porque un Niño, es capaz alegrar la humanidad corrompida
o distraída por falsas esperanzas o sonrisas postizas
¡EL GOZO A LA VISTA!
Tiempo de esperanza ante una tierra desgajada y que aborta ilusiones y promesas, certezas y manos abiertas
Tiempo de esperanza ante el llanto de los que no son escuchados o dejados de lado, ante los que gritan por un mundo como Dios manda
¡LA ESPERANZA A LA VISTA!
Tiempo de oración ante el ruido que nos aísla o el ruido que nos ensordece
El ruido que nos paraliza y nos impide escuchar el rumor divino
¡TIEMPO DE ORACIÓN!
Tiempo de niñez de, recuperar, ese niño que jamás debiéramos de haber olvidado y que lo vendimos por dioses extraños
Ese niño que, siendo pequeño, se abría a las cosas grandes
y, siendo grande, ha permitido que su corazón
se estrechase para los valores eternos
¡TIEMPO DE SUEÑOS!
Tiempo de austeridad ante el desafío de lo material y el consumismo
Tiempo de austeridad frente a la abundancia que nos sacia y hastía
Tiempo de austeridad frente a la superficialidad y el simple escaparate
¡TIEMPO DE SOBRIEDAD!
Adviento: Dios a la vista; el amor a la vista; el gozo a la vista; la esperanza a la vista; tiempo de oración; tiempo de sueños; tiempo de sobriedad.
Adviento: ¡TIEMPO PARA QUE DIOS NAZCA DE NUEVO!
POR SANTA CECILIA
¿Qué sería de la música si no existiera el silencio? ¿Y del silencio si, a continuación, no brotase la música?
Santa Cecilia, aquella mujer que mientras daba razón de su fe, cantaba a la gloria de Dios nos sugiere en este día de la Patrona de los músicos muchas cosas:
-A mal tiempo, buena cara. Es en los momentos de incertidumbre donde más se denota la armonía de lo que llevamos en el alma: fuerza o debilidad.
-Valentía ante el acoso. Es fácil ser cristiano en campo arado pero, lo meritorio, es tener cintura religiosa en circunstancias de escepticismo religioso.
-Coherencia ante el mundo cambiante. Santa Cecilia, lejos de echarse atrás en sus planteamientos, supo cerrar los ojos a este mundo con una convicción: el mundo se acaba pero Dios aguarda.
-Armonía frente a la división. La música llega donde las palabras, muchas veces, no alcanzan. La música, entre otras cosas, une y logra un milagro: la alegría.
Santa Cecilia fue una clave para entender a Dios y, sus manos, instrumentos que hicieron sonar otros tantos para gloria de Dios.
Ante una sociedad tan desatinada y tan desafinada, la música, nos brinda una oportunidad para la paz y que no solo sea arte sino que –además- sirva para elevar y engrandecer aún más la liturgia de los cristianos. Mozart, Guerrero, Tomás Luís de Victoria, Haendel, Bach y centenares más llegaron a entender un secreto: que la inspiración, a la fuerza, viene de un Gran Director de Orquesta que se encuentra en la eternidad.
¡Felicidades a todos los que, en este día 22 de noviembre, nos sentimos arropados por Santa Cecilia!